Los bancos de capacitores de potencia son agrupamientos de unidades montadas sobre bastidores metálicos, que se instalan en un punto de la red de MT (en subestaciones o en alimentadores de distribución) con el objeto de suministrar potencia reactiva y regular la tensión del sistema.
 
 
 
 
 
 
 
  El diseño de los bancos de los bancos debe atender a los siguientes criterios:
 
 
Lograr la potencia reactiva deseada en un punto del sistema, dividiendo este valor en una determinada cantidad de capacitores monofásicos de una potencia unitaria normalizada.
   
Conectar las unidades en una conexión definida generalmente en estrella o doble estrella con neutro flotante. De este modo normalmente los capacitores tienen una tensión nominal igual a la tensión de fase del sistema.
   
Efectuar el conexionado de modo tal que permita el uso de un esquema de protección seguro, sencillo y económico.
   
Si fuera conveniente, dividir la potencia total del banco en escalones, de modo de insertarlos progresivamente en función de las necesidades de potencia reactiva del sistema en cada momento.
   
Instalar el banco en un sitio que satisfaga condiciones de seguridad, comodidad, facilidad para su operación, control y mantenimiento, y que esté protegido contra intervenciones no autorizadas o vandalismo.
 
  Además de las unidades capacitivas (con o sin fusibles internos), los bancos pueden incluir elementos de protección, maniobra y control tales como seccionadores fusibles, llaves de maniobra en vacío o en aceite, sistemas de protección por desequilibrio, controladores automáticos, reactancias de inserción, etc.
 
 
 
  De acuerdo con lo expuesto, se puede clasificar a los bancos de capacitores en:
 
 
Bancos fijos para líneas de distribución de media tensión.
   
Bancos automáticos para líneas de distribución de MT.
   
Bancos fijos para industrias y estaciones transformadoras.
   
Bancos automáticos para estaciones transformadoras.
   
Bancos alta tensión.
   
Bancos en celda.
   
Bancos para uso petrolero y minero.